Tengo que reconocer, que al llegar la primera vez a Barcelona, la Sagrada Familia, era de uno de los sitios que deseaba conocer con mayor ansiedad. No sé si se debía a esas clases de historia del arte, dónde me contaban las maravillas realizadas por Gaudí, pero sin duda al verla, no me defraudó en absoluto.

El edificio está situado en el centro de Barcelona, y  se ha convertido en uno de los signos de identidad más universales de la ciudad y del país. Anualmente es visitado por millones de personas, y también son muchas las que estudian su contenido arquitectónico y religioso.

La simbología cristiana está presente en toda la obra de Gaudí, pero el ejemplo más evidente de su aplicación es en éste templo, que escenográficamente presenta la vida de Jesús y la historia de la fe.

La Sagrada Familia es una iglesia de cinco naves con crucero de tres, que forman una cruz latina. Sus dimensiones interiores son: nave y ábside, 90 m; crucero, 60 m; anchura de la nave central, 15 m; naves laterales, 7,5 m cada una (la nave principal en total, 45 m); anchura del crucero, 30 m.

Antoni Gaudí era consciente de que no terminaría el proyecto. Por eso organizó el proyecto y la construcción de modo que se pudieran llevar a cabo siguiendo sus ideas.

Programó la construcción de forma que no se levantaran todos los muros a la vez hasta el mismo nivel, sino que se hicieran partes completas (fachadas, naves del interior y torres), y así cada generación sería protagonista de una parte. Definió el conjunto del proyecto en planos de planta, secciones y alzados, y concretó partes importantes en modelos de yeso a gran escala que definían el proyecto al detalle y que debían servir de modelo para otras partes; por ejemplo, la maqueta a escala 1:10 de la nave principal tenía que servir para la construcción de ésta, pero también para el proyecto definitivo de las bóvedas del crucero y del ábside, definidos de una manera general en las secciones. Además, explicó el proyecto a sus colaboradores y a arquitectos jóvenes.

La actual Oficina Técnica del Templo y la dirección facultativa son las encargadas de estudiar la complejidad del proyecto original de Gaudí y de hacer los cálculos y las previsiones constructivas, así como de dirigir el conjunto de las obras.

El papa Benedicto XVI consagró este domingo el templo, elevándolo a la categoría de “basílica menor” y permitiendo así la celebración de misas en la que ha sido considerada una catedral del siglo XXI, aunque todavía está inacabada.

Vía: Sagrada Familia