Chi, Qi, esa palabra que define a la energía que nos rodea. Estamos empapado de ella y sin ella no existiríamos, es la que nos levanta nos acelera o de repente sentimos que se nos escurre como agua. También el hogar la casa el trabajo tiene su propio chi. Las personas que estamos allí lo generamos con buenos y malos hábitos, o intenciones.

Es por eso que cuando algo o alguien no se encuentra cómodo en un lugar no da la impresión de que el aire se hace espeso, se detiene el tiempo y el sonido de una aguja cayendo crearía un caos. Y queremos salir como estampida a buscar un lugar seguro y tranquilo. Es allí donde se nota el chi y su fuerza.

La naturaleza es fiel reflejo de ese comportamiento, cuanto más nos acercamos a ella respetándola y moviéndonos al unísono con ella mejor nos sentiremos. Y como lograrlo o hacerlo desde nosotros generar buenos pensamientos, cuidarnos y cuidar, respetar el medio amiente, tener una vida sana y una casa sana también.

Busca para tu hogar elementos naturales como madera, piedra. Hay un sinfín de materiales ecológicos que pueden ayudarte a tener un espacio sano y con buen chi. Cuida de desenchufar los elementos eléctricos para no generar tanta contaminación electromagnética tan dañina para la salud.

Pero sobre todo preocúpate por generar en ti un buen chi, eso suele ser contagioso y espanta a los ruidosos.

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