Mantener mi habitación limpia y ordenada, ha sido siempre una lucha constante durante toda la vida. Cuando era más joven, me conformaba con mantener “ordenado mi desorden”, no era tan importante, pero ahora que ya somos dos, y una perra, la ropa sucia y limpia, los libros, los juguetes para perros y otras cosas variadas aleatorias que quedan recostados durante el día me molestan visualmente. Por eso nada mejor que empezar el año intentando (al menos intentando)  implementar estos 5 pasos en mi rutina de limpieza!

1. La cama hecha: una cama que no está hecha, me recuerda a mi madre. Es como un viaje de culpabilidad  en sábanas de lino… hace que el resto de la habitación se vea más sucia y vergonzosa; y si aparece alguién por casualidad y entra a nuestro dormitorio, no te digo nada!!! Hacer la cama, o poner unas sábanas limpias, ya nos dejará con la sensación de un trabajo bien realizado, y sobre todo, con la aprobación de parte de nuestras madres o suegras

2. Recuerda que todo tiene su lugar: uno de los puntos más difíciles que nuestros dormitorios sufren, es la lucha constante por que todo pueda encontrarse en su sitio. Si cogemos algo y lo movemos recientemente, aseguráte de que vuelves a dejarlo en su sitio, porque sino será un caos…piensa en cada uno que pasa y saca algo de un cajón y en lugar de colocarlo debidamente, lo deja por ahi..sería un caos!! Has una lista de todo lo que está encima de tu cómoda y tómate el trabajo de crearle un hogar. ¡Cinturones tener cuidado, estáis a punto de conseguir un hogar permanente! así que voy a dejar de pisaros en el medio de la noche!

3. Superficie limpia de polvo al menos una vez por semana: Es fácil olvidarse de la limpieza de las superficies en el dormitorio, ya que es el sitio en el que las visitas casi no entran…pero el polvo, está ahí, siempre. Programa un tiempo durante la semana (unos pocos minutos cada sábado por la mañana, por ejemplo) para limpiar la electrónica, muebles, ventanas y espejos…

4. Aspire y recoja los juguetes de los niños/ o de las mascotas: la habitación sería un lugar más saludable si nos tomásemos un momento para aspirar las alfombras, la cama del perro y los suelos cada dos días, y aprovechar así, para recoger cualquier juguete que ande libre por ahí, sobre todo para no pisarlo por la noche, cuando nos levantamos a por un vaso de agua, y suenan en medio de la oscuridad, despertando a medio mundo…

5. Lo que hace más de un año que no usamos, hay que donarlo: nos es fácil acumular la ropa, zapatos y accesorios, y lo sabemos…cada vez que se me oacurre limpiar el armario, recojo al menos un par de bolsas de ropa!! Y eso que compro lo necesario!! A menudo te encuentras luchando para guardar las cosas y que encajen a la perfección dentro del armario, siempre  encontramos en él, algo que será: un poco corto, un poco raro, un poco apretado, un poco holgado – un poco de “algo” que hace que no nos guste en un  100%. Sácalos, y dona lo que no utilices, deja sólo las cosas que realmente te gustan. Siempre serás feliz al vestirte y harás feliz a alguien más con tu aportación.

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